domingo, 3 de noviembre de 2013

El grafeno utilizado para hacer compuesto de grafeno con cobre 500 veces más fuerte que el original



Los investigadores del Instituto Coreano Avanzado de Ciencia y Tecnología ( KAIST ) han creado materiales compuestos que utilizan grafeno que son hasta 500 veces más fuerte que la materia prima, no compuesto . Esta es la primera vez que el grafeno se ha utilizado con éxito para crear fuertes materiales compuestos - y debido a las pequeñas cantidades de grafeno utilizados ( sólo 0,00004 % en peso ), este avance podría conducir a mucho más rápida adopción comercial de grafeno puro , que aún es muy difícil de producir en grandes cantidades .

En este momento, no deberíamos sorprendernos por completo que el grafeno - que tiene un gran número de títulos superlativos , como el material más fuerte conocido por el hombre - también se puede utilizar para crear fuertes materiales compuestos. En este caso , los investigadores KAIST crearon un compuesto de cobre - grafeno que tiene 500 veces la resistencia a la tracción de cobre ( 1,5 gigapascales ) , y un compuesto de níquel- grapehene que tiene 180 veces la resistencia a la tracción de níquel ( 4 gigapascales ) . Esto es todavía un poco lejos resistencia a la tracción de grafeno de 130 GPa - que es cerca de 200 veces más fuerte que el acero ( 600 MPa ) - pero aún así es muy, muy fuerte. En 1,5 GPa , cobre - grafeno es de aproximadamente 50 % más fuerte que el titanio , o aproximadamente tres veces más fuerte que las aleaciones de aluminio estructurales .




Para crear estos compuestos, los investigadores KAIST utilizan un proceso llamado ECV (deposición de vapor químico ) para crecer monocapas ( capas de un átomo de espesor ) de grafeno. Estas monocapas se depositan a continuación sobre una película delgada de metal ( cobre o níquel ) . Otra capa de metal está a continuación, se evaporó ( un método de deposición ) en la parte superior de la grafeno . Este proceso se repite , hasta que tenga un bocadillo que consiste en unas pocas capas de metal y grafeno. Metal de diferentes grosores se pusieron a prueba ( entre 70 nm y 300 nm ) , y se encontró que las capas más delgadas dan como resultado materiales compuestos mucho más fuertes . Porque el grafeno es tan delgada , la cantidad utilizada es absolutamente pequeña : sólo 0,00004 % de los metales en peso .



Cómo grafeno impide planos de deslizamiento en cobre / níquel composites grafeno

La razón de que estos compuestos son tan fuertes es que el grafeno se detiene los átomos del metal se deslice y dislocando bajo estrés. En un metal sólido , si se forma un plano de deslizamiento (debido al estrés) , los átomos fácilmente caer a pedazos, causando una fractura. Las capas de grafeno detener los átomos del metal se deslice - los átomos del metal no pueden pasar físicamente a través de la super-fuerte grafeno - así que no hay fracturas pueden formar (en la foto arriba). Es esencialmente el equivalente metálico de concreto reforzado con acero . En caso de que se lo pregunte, esta es también una de las razones principales por las que los metales son casi siempre utilizados en forma de aleación - porque hay una mezcla de diferentes átomos metálicos con diferentes tamaños de átomos , es mucho más difícil para escapar aviones formulario.

El grafeno , el cobre y el níquel grafeno tracción strengthMoving adelante, los investigadores ahora tendrá que encontrar una manera de producir en masa estos materiales compuestos basados ​​en el grafeno , preferiblemente con un roll- to-roll o el proceso de sinterización metálica. Estos compuestos , debido a su enorme fuerza , podían encontrar infinidad de usos en las industrias automotriz y aeroespacial , o simplemente como una nueva herramienta para los ingenieros estructurales y de diseño industrial . Sólo el simple hecho de que ahora sabemos que el grafeno puede ser utilizado como un compuesto es una noticia enorme , también: Si el grafeno puede convertirse repentinamente cobre suave en un material estructural , imagínese lo que podría hacer algo como el titanio o el acero, o incluso polímeros comerciales como el Kevlar .

El internado perdido en el bosque

Vamos a darle un poco de vidilla al blog, que empieza a pegarle el nombre no sólo por el contenido, sino también por el continente y tampoco es plan.

Esta fue una de esas visitas “raras”. Aprovechando un viaje en familia les engañe/convencí para pasarnos por este sitio. La parte buena es que les gustó bastante, la mala es que tuve que andar haciendo fotos con bastante prisa y seguro que me pasé cosas por alto, pero lo cierto es que en resumen la experiencia no estuvo mal.

El sitio era bastante grande, hasta el punto en que lo mejor era meter el coche directamente dentro y moverse con el.  Como siempre, lo ideal es empezar de dentro a fuera, así que empezamos por la parte más alta del lugar. En lo alto de un montículo estaba esta pequeña construcción con estilo griego o romano con un pequeño altar. Lo primero que pensé, medio en broma, que sería el lugar ideal para sacrificar a los novatos que no pasaran las pruebas de admisión, pero al no haber manchas de sangre lo descarté.



En la zona de los jardines encontramos varios templetes más, como este. Resultaba sorprendente la falta de pintadas o destrozos mayores.

 

Esta fuente seca no tuvo tanta suerte. No son pintadas propiamente dichas, pero sí que se aprecia que habían vertido pintura azul sobre las estatuas y parte de la fuente. 

 

En la zona alta se encontraba lo que debió ser la zona común, con las oficinas, salas de profesores y demás. Lo más impresionante era la entrada con adornos en piedra verde que aún se conservaban bien. No hacía falta mucho esfuerzo para imaginar aquello sin los escombros, con ese aspecto entre casi de templo.

 

El mismo tipo de piedra verdosa se había utilizado para los peldaños de la escalera principal, que subía hacia el segundo piso entre paredes forradas de madera que incluso a pesar de los años y de haber empezado a pelarse aun daban impresión de seriedad y sosiego.

 

En ese mismo edificio encontramos varias habitaciones curiosas. Esta en concreto llamaba la atención incluso mientras te acercabas por el pasillo debido a una curiosa luz verde que salía de ella. Si bien es cierto que quedaban algunos cristales de ese color, lo cierto es que la luz tenía aquel color intenso simplemente por el reflejo del sol en los árboles y plantas de fuera. En la foto de larga exposición  (6 segundos) se aprecia tal y como lo veian los ojos al acostumbrarse a la escasa luz del lugar, pero la primera impresión, con todo oscuro y aquella luz verde era de lo más curiosa.

 

En esta otra imagen se pueden apreciar también los arboles fuera, pero en este caso la maleza era mucho menos frondosa y la luz no era tan verde. Lo que llamaba más la atención aquí era el hecho de que aquella ventana comunicaba dos habitaciones, y había tenido barrotes, ahora cortados.



Lo que más me llamó la atención fue la sala del cine. En este caso volvía a aparecer la luz verde de fuera, pero en este caso bastante más tenue. El cine, como todo el que se precie, estaba muy en penumbra y apenas se veía nada hasta que la vista no se acostumbraba a la penumbra.

 

En el edificio aledaño, separado del que habíamos estado pero comunicado por una pasarela superior contenía lo que parecían ser clases y laboratorios.  Me llamó la atención esta gráfica con las notas de informática (que cada año iban a peor) con el logo de mi viejo Amstrad. Estas debían ser auténticas clases de 8 bits… De la “vieja escuela”, vamos.

 

Nos movimos al siguiente edificio que parecía ser de dormitorios. En la planta baja estaba lo que debió ser la “discoteca”. En este caso los “graffiti” debieron ser los que estaban cuando el lugar estaba en uso, sobre todo porque son mucho más “formales” que los que nos solemos encontrar por ahí.

 

En la planta alta nos encontramos con estas reliquias de tiempos pasados: cabinas de teléfono. Puertas de madera con cristales hoy rotos y sólo los restos de cables en el interior. Hubiera estado bien haber encontrado algún viejo teléfono que fotografiar, pero no hubo suerte. Ahora con los móviles este tipo de cosas van a ser dificiles de volver a ver.

 

Las plantas altas estaban repletas de dormitorios. Por el aspecto y la profusión de maderas podrían tratarse de los cuartos de los profesores. Lo que sí es seguro es que las vistas eran de lo mejorcito por allí.

 

Continuamos bajando y encontramos lo que debieron ser pequeños comedores o salones de actos, con sus enormes chimeneas y salas relativamente espaciosas. Los colchones debieron de ser de gente que los había usado para pasar la noche hace relativamente poco, porque no estaban en mal estado y si totalmente fuera de lugar.

 

Un poco más abajo estaba la impresionante piscina cubierta. En realidad eran dos, una mucho más grande que la otra pero ambas igual de profundas.

 

En este tipo de sitios siempre preocupa un poco ver los restos de aislante por el suelo, por aquello del amianto. Al estar el sitio abierto y sin viento en ese momento no nos alarmamos demasiado, pero por si acaso no nos entretuvimos más que para hacer unas cuantas fotos.

 

Por último llegamos al edificio principal, que estaba derruido en buena parte debido a un incendio. Esta era la impresionante parte trasera, donde también se encontraban las cocinas.

 

Sobre ellas estaba lo que debía ser el comedor principal. Comparado con los que habíamos visto en los otros edificios estos eran enormes.

 

En la parte exterior, en una de las pocas zonas que no se había visto afectada por el fuego,  nos encontramos esta vieja estructura habitual antaño en los parques infantiles, pero que resultaba bastante más rara en el interior de un edificio.



Al fondo del edificio encontramos pequeñas cocinas , tal vez para el uso de profesores o del personal del edificio.

 

También junto a las anteriores encontramos baños, pero en este caso con enormes bañeras y mejores vistas.

 

Por desgracia la parte superior tenía difícil acceso, principalmente porque la parte baja de las escaleras había sido cortada con soplete. 

 

Con más tiempo hubiéramos subido por estos tejados exteriores a las plantas superiores, pero algo me decía que apenas íbamos a encontrar pasillos y habitaciones vacías.

 

No puede faltar en ninguna visita de estas características la típica foto del pasillo perdiéndose en la lejanía.

 

En la tarjeta de memoria se quedaron esta vez un buen número de fotos que por las prisas no acabaron de salir del todo bien, y probablemente allí aún queden mil detalles que merecerían ser fotografiados, y tal vez un día frío y lluvioso en lugar del soleado que nos tocó pasar allí diera más ambiente a las fotografías, pero aún así el resultado me pareció bastante decente.

Evidentemente mis suposiciones sobre el uso de los sitios y lo que era cada lugar pueden estar bastante erradas. Si algún exalumno quiere corregirme estaré encantado de leer sus comentarios, pero ya sabéis… No digáis donde está el sitio…. ;)

Salu2!

Teruel

Hace 15 días se celebraba en Teruel las Bodas de Isabel de Segura, o también conocidas como Medievales. 

Aprovechando la ocasión os quiero mostrar algunas de las fotos que realicé mientras estuve allí estudiando la carrera de Bellas Artes.

Como siempre, ya sabéis que os enseño pequeños rincones en los que yo me fijo y me resultan atractivos por algún motivo, y aquí os traigo pequeños rincones de Teruel que espero que os gusten y os animen a visitar la ciudad que, sin duda, lo merece.

Un abrazo y antes de las fotos os dejo con la historia de los amantes para quien no la sepa le entre el gusanillo y al año que viene se anime a viajar a Teruel.



"Sabemos que a principios del S. XIII, dos jóvenes, hijos de familias nobles de la Villa de Teruel, pasaron de jugar juntos a enamorarse sin remedio.

Ella, Isabel, era la única hija de la familia Segura. Él, Diego (o Juan) sólo era el segundón de los Marcilla y heredaría poco más que un caballo. 

Supieron pronto que era un amor imposible, así eran las cosas.

No sabemos si Diego habló con Segura, o sólo hizo un pacto con Isabel, lo que sí sabemos es que decidió marchar a tierras de conquista, ganar un nombre, fortuna, tal vez un título... algo que le hiciera digno de desposar a Isabel.

Sabemos que ella prometió aguardarle cinco años. Así lo juraron ambos con los cinco dedos de su mano derecha, sin permitirse ni un beso hasta su vuelta.

Dónde estuvo Diego durante ese tiempo poco importa.

Con seguridad batalló en las Navas de Tolosa, tal vez en Muret, quizá en las tierras del Levante.

Isabel tendría que lidiar otras batallas: rechazar pretendientes, dar excusas peregrinas y contar cada hora, cada día, cada mes que faltaba para cumplir su promesa.

El destino es caprichoso y no nos explicamos porqué Diego volvió con fortuna justo a los cinco años... y un día, y se encontró a la villa entera celebrando los esponsales de su amada y creyó volverse loco y pensó en dejarla viuda. Pero sólo se atrevió a colarse en la cámara nupcial y cuando los esposos estaban dormidos, despertó suavemente a su amada y le rogó un beso. Un beso que le hiciera olvidar toda la muerte que había visto, que le permitiera decir que por un instante fue el hombre más feliz. Un beso, le dijo, antes de convertirme en tierra.

Pero ella acababa de jurar fidelidad al hombre que yacía a su lado y no podía dar tal prenda a quien más amaba.

A Diego se le agolpó toda la desesperanza del mundo y su corazón no pudo resistir ni un solo latido más.

Cayó desplomado. Muerto de Amor.

Cuentan las crónicas que los criados llevaron el cadáver de Diego hasta la casa de sus padres, sin que nadie pudiera explicar tan extraña muerte. Dicen también las crónicas que a los funerales acudió Teruel entero y que no caía un alma en San Pedro y que, antes de comenzar los oficios, una mujer que ceñía una corona de azahares marchitos se acercó al catafalco, abrazó con ternura al difunto y le besó largamente.

Dicen que en la iglesia sólo se escuchaban los latidos de su corazón, cada vez más desbocados y después... el silencio, porque ella cayó muerta en brazos de su enamorado.

Se dispuso que fueran enterrados juntos. Todavía hoy podemos visitar sus túmulos en San Pedro.

Algunas gentes de escasas luces pregonaron que era una historia triste de luto y muerte. Pero en Teruel sabemos que en esa batalla no ganó la parca, sino que salió victorioso el amor. Diego e Isabel consiguieron su propósito: permanecer juntos eternamente."